1. Ligero: Los andamios de aluminio son mucho más livianos que los andamios de acero, lo que los hace más fáciles de manejar y transportar. Esto reduce la mano de obra necesaria para montar y desmontar el andamio, así como el coste asociado a su traslado.
2. Resistencia a la corrosión: El aluminio es menos propenso a la corrosión que el acero, lo que significa que requiere menos mantenimiento y un uso más duradero. Esto puede ser particularmente importante en entornos donde la exposición a la humedad o a los productos químicos es alta.
3. Fácil de mantener: los andamios de aluminio son más fáciles de mantener que los andamios de acero debido a sus propiedades químicas. Es menos probable que se oxide o desarrolle otros tipos de daños, lo que lo hace más adecuado para un uso prolongado.
4. Rentable: Los andamios de aluminio suelen ser menos costosos que los andamios de acero, lo que puede resultar beneficioso al considerar el costo general del proyecto de construcción.
Hora de publicación: 15 de abril de 2024