1. Estabilidad e integridad estructural: el andamio adecuado debe tener una estructura resistente y estable para soportar a los trabajadores y los materiales. Debe poder soportar el peso y proporcionar una plataforma segura para trabajar en altura. El uso de andamios de mala calidad o inestables puede provocar derrumbes, accidentes y lesiones.
2. Capacidad de carga: El andamio debe seleccionarse en función de la carga prevista que soportará. Los diferentes sistemas de andamios tienen diferentes capacidades de peso. La sobrecarga de los andamios puede provocar fallos estructurales y colapsos, poniendo en peligro a los trabajadores.
3. Acceso y movilidad: El sistema de andamio elegido debe proporcionar un acceso fácil y seguro a las diferentes zonas de trabajo. Debe diseñarse para acomodar a los trabajadores, materiales y herramientas de manera eficiente. Además, debe permitir movimientos y ajustes fáciles a medida que avanza el trabajo.
4. Compatibilidad con el entorno de trabajo: El sistema de andamio adecuado debe ser adecuado para el entorno y las condiciones de trabajo específicos. Se deben considerar factores como el terreno, las condiciones climáticas y la presencia de peligros eléctricos o de otro tipo. Elegir un andamio compatible con el entorno de trabajo reduce el riesgo de accidentes y garantiza la seguridad de los trabajadores.
5. Cumplimiento de normativas y estándares: Es fundamental seleccionar andamios que cumplan con las normas y estándares de seguridad pertinentes. Esto asegura que el andamio esté diseñado, fabricado e instalado de acuerdo con las pautas de seguridad establecidas. El cumplimiento de estas normas garantiza la protección de los trabajadores y ayuda a evitar responsabilidades legales.
Hora de publicación: 15 de enero de 2024